El verano pasado yo estaba de viaje en Portugal. Caminando y mirando por ahí. Pedí aventón de Norte a Sur y disfruté toda la hospitalidad recibida. En esos tres meses no he gastado nada más, salvo a veces cuando he recibido el dinero de la gente y necesitaba un descanso. Yo no tenía nada de mi dinero.
No tenía ningún plan y aun así terminé en muchas aventuras, no así en el pasado porque estaba abierto a conocer gente nueva. Y así me encontré con un par de personajes que eran bastante excelentes en rechazar propuestas.
Por ejemplo, un hombre en Porto, que estaba sentado en un banco de esperando, cuando tendia todo el todo el mundo en sus manos.
Él me dijo exactamente dónde encontrar el desayuno gratis, almuerzo y cena y donde los mejores lugares para dormir. Había estado viviendo así durante años, sentado en ese pequeño banco. Había viajado por medio mundo, trabajos, hogares. Pero ¿por qué iba a participar en la "carrera de ratas", como él la llamaba, si él ya lo tenía todo por no hacer nada?
Este es el comienzo de una traducción de la misma historia en los Países Bajos.