Hacer pan es una buena opción para conseguir un dinerito extra. Al ser uno de los alimentos más antiguos, más conocidos y más sencillo para su elaboración, si necesitas hacer un poco de plata puedes hacer pan y venderlo o intercambiarlo. Igualmente puedes hacerlo como una terapia ocupacional y puedes compartirlo con tus seres queridos. Una vez que conoces la forma básica de hacer pan puedes ser creativo agregando y modificando ingredientes para crear tus propios panes.
Ingredientes básicos
Para hacer pan necesitas cuatro ingredientes básicos:
- Harina
- Levadura
- Sal
- Agua
Una vez que domines la técnica básica puedes agregar otros ingredientes complementarios para cambiar el sabor, consistencia y textura.
El tipo de harina más común es la harina blanca de trigo. Esta la puedes encontrar en cualquier supermercado. Si quieres hacer pan sin dinero, debes saber en dónde conseguir los ingredientes sin tener que pagar. Una opción es pedirla a algún vecino o familiar. Otra opción es haciendo dumpster diving. En el último caso, si no encuentras harina, puedes tomar otros productos e intercambiarlos en alguna de las diferentes comunidades de intercambio. Si las anteriores no resulten, puedes pedir dinero en la calle y comprar los ingredientes.
Los ingredientes suelen ser muy baratos (en caso de que prefieras comprarlos). Si prefieres hacerlo todo sin tener que utilizar dinero, incluso puedes hacer tu levadura.
Cómo hacer masa madre sin levadura
Si ya cuentas con levadura, puedes brincarte este apartado.
- Coloca cuatro tazas de harina en un recipiente de vidrio. No es recomendable utilizar recipientes de metal, ya que éste se puede corroer y echar a perder tu masa madre. Asegúrate que el recipiente tenga una tapa que le permita respirar, es decir, que tenga una tapa pero que no sea hermética.
- Esteriliza tu recipiente, para lo cual puedes remojarlo en agua hirviendo por 20 minutos.
- Mezcla en tu recipiente media taza de harina y agrega media taza de agua caliente (Máximo 38ºC). Puede ser cualquier tipo de harina de trigo. Debes mezclar con enjundia hasta que la harina y el agua estén totalmente integradas.
- Cubre el recipiente y déjalo reposar por 24 horas.
- Añade otra media taza de harina y otra media taza de agua caliente y vuelve a mezclar con enjundia. Es importante que todo quede bien integrado. Esto le dará aire a la masa y ayudara a que la levadura se arraigue.
- Deja reposar la harina durante otras 24 horas.
- Añade otra media taza de harina y media taza de agua caliente, mezclándolas muy bien. En este punto tu masa madre debe producir un olorcito a fermento. Si no es el caso, dale tiempo.
- Deja reposar la harina por 24 horas en un lugar cálido.
Ya que cuentes con la harina y la levadura puedes hacer pan siguiendo estos sencillos pasos. Para aprender a hacer pan, utiliza la relación 3:1:1, es decir, tres tazas de harina, por una de maza madre por una de agua.
1. Cierne la harina
El proceso de cernir la harina sirve para que se separe y puedas incorporarle aire. Esto le hará que tu pan sea más esponjoso y sea más mezclar la harina con el agua. Para ello puedes moverla con una cuchara durante un par de minutos haciendo círculos. Si cuentas con un colador, este hará la tarea mucho más sencilla. Otra opción es que si cuentas con un recipiente con tapa, cierra el recipiente y agita la harina.
2. Agrega la levadura y el agua.
Ya que hayas cernido la harina, haz un cuenco en medio. Ahí agrega la levadura y poco a poco ve agregando agua tibia mientras mezclas la harina. Ten cuidado de no agregar toda el agua de un jalón. La masa para tu pan debe ir tomando consistencia poco a poco. Mezcla el agua y la harina con una cuchara hasta que tome forma.
3. Amasa
Una vez que la masa esté integrada y no puedas mezclarla con la cuchara, vuelca tu masa en una superficie lisa y limpia. Amasa realizando movimientos circulares, de adentro hacia afuera. Esto lo tienes que hacer hasta que la masa adquiera una consistencia elástica. Si tu masa queda muy dura, agrega un poquito de agua hasta que adquiera esa consistencia.
Debes tener cuidado de no sobreamasar ya que esto puede hacer que tu pan no quede como quieres. Una forma de saber que la masa está lista es porque tendrá una consistencia suave y elástica. Puedes separa una bolita y estirarla lo más que puedas. Si logras que se forme una película casi transparente, está perfecta.
4. Deja leudar tu pan
Coloca tu masa en un recipiente de vidrio o plástico, cúbrelo con un trapo húmedo y pon el contenedor en un lugar cálido. Deja la masa hasta que doble su tamaño. Esto puede tomar entre cuarenta minutos y una hora (si toma más, no te preocupes). Puedes precalentar el horno a 180ºC y poner la masa cerca.
5. Pre horneado
En este punto el proceso de leudado y el amasado deben haber hecho que la masa sea elástica. Ya que haya doblado su tamaño, vuélcala en la mesa y amasa durante cinco minutos. Una vez que tenga la consistencia adecuada, dale la forma que quieras.
Si vas a hacer pedazos pequeños y vas a cortar la masa, la tradición ancestral de los panaderos recomienda que no cortes la masa con el filo del cuchillo. Utiliza la parte de atrás u otro instrumento. Hacer bolas de pan es una buena forma de empezar. Haz pequeñas y ponlas sobre una charola previamente engrasada a distancias equidistantes.
6. Horneado
Pon la charola con tu pan en el horno precalentado a 180ºC y hornea por 20 minutos. Para saber si el pan está listo, revisa que esté duro por fuera. Otra forma es darle unos golpecitos. Si el sonido es hueco, puedes sacar tu pan del horno y dejarlo enfriar. Ya que se enfríe, pruébalo.
Revisa, aprende, mejora
Esta versión de pan es la más sencilla. Si tu pan no salió a la primera, no te preocupes e intenta de nuevo. En internet puedes encontrar muchísimas recetas para hacer pan. Si esta no te funcionó, intenta otra hasta que poco a poco logres hacer el pan que quieres. Si te aburres de hacer pan simple, puedes agregar otros ingredientes. El punto clave en el pan es hacer que la masa adquiera la consistencia adecuada.
El pan es un alimento muy noble, al cual le puedes agregar otro ingredientes y complementos como bolitas de queso crema, aceitunas, especias, queso feta y todo lo que se te ocurra. Ya que encuentres el sabor que le quieras dar al pan lo puedes intercambiar por otras cosas o venderlo en tu localidad.
Experiencia personal: pan sin dinero
Cuando estaba estudiando mi bachillerato en México, por azares del destino tuve que encontrar formas alternativas de hacer un dinerito extra para poder costear mis estudios. Para ello comencé a hacer pan y venderlo en la universidad. Eso me permitió pagar algunas de las cosas que necesitaba (léase libros, fotocopias, café, cervezas, entre otros). Los primeros intentos fueron frustrantes y eché a perder varios kilos de harina. Poco a poco fui aprendiendo las pequeñas grandes variaciones que hacen del pan un producto tan noble. Hoy día hago pan una vez al año para mis amigos y para mi familia, en parte porque ellos fueron los que me apoyaron con algunos de los materiales para poder aprender y poder tener ese ingreso que me ayudó a costear parte de mis gastos universitarios.
Además de aprender a hacer pan, estar por la universidad con mi caja de pan me permitió conocer a muchas personas, tanto alumnos de la universidad como profesores, quines algunos de ellos son hoy mis amigos y otros cuando me los encuentro se acuerdan del pan que les vendía. En definitiva hacer pan es una opción que te puede ayudar. Además, hacerlo tiene un no sé qué de terapia ocupacional.
